domingo, 1 de julio de 2012

IBON DEL CAU o bajar siempre es mas lento que subir


Hay lagos, laguitos y rincones perdidos donde ni Dios pone los pies de lejos que estan de cualquier sitio medianamente habitado. El Ibon del Cau es uno de esos.

El año pasado por estas epocas a alguien se le ocurrio que seria buena idea ir visitando los ibones que nos quedan cerca de casa, en Plan. Bueno, vale.

Visitamos el de Salcorz, justo en la frontera con el Valle de Moudang. Bonito ibon bastante colmatado donde pudimos fotografiar larvas de libelula en varios estadios de madurez y des del que pudimos subir a asomarnos a paso de Salcorz, valga la redundancia. 

Otro dia, en compañía de mas aguerridos excursionistas, visitamos los lagos de Barleto, cerquita de la Cruz de Guardia. Caminando por alli, viendo las vistas de Bielsa y del Cinca bajando al lado de la carretera nos asomamos a ver que habia debajo. “Oh, mira, un ibon”. “Ah es el del Cau” dijo alguien. “Hay dos tipos pescando” “por donde habran bajado” “Hay un camino que sale de Bielsa” Y alguien añadio … “pues que habra que investigar, parece un lugar chulo y tranquilo”

Si si, tranquilo un rato. Pero nadie nos dijo que esos dos tipos pescando quizas habian descendido por la ladera que baja des de la brecha de Punta Suelza. Un pedregal inmundo de lera bastante fina pero a 20 minutillos de descenso bastante rapido. Subir ya debe ser otra cosa, claro.

Pero no, habia un camino que salia des de Bielsa mismo.

Y ese es el que decidimos hacer este domingo.

Plan, 8:30 AM. De nuevo en la Cuatro el programa Top Gear nos distrae y nos aleja de nuestra hora oficial de salida. O no.

Bielsa, 9:00 AM, sobre el tiempo previsto aparcamos el coche cerca del puente que cruza al pueblo de Bielsa sobre el Cinca y enfilamos por un sendero señalizado el camino al Ibon del Cau. Hay cartel, hay camino, hay … muchas zarzas. Varios arañazos mas tarde ya sabemos que ese es un camino poco transitado.

Ganamos altura de forma rapida y empezamos a sudar, nos quitamos los gores que hasta ese momento nos estaban resguardando eficientemente si bien no del frio, que no hacia, si de los zarzales. Ahora somos pasto facil de zarzas, rosal silvestre, lirone en pleno crecimiento de puas sin igual y otros familiares del consabido y estimado pincho del bosque mediterraneo descontrolado.

En tiempos ese habia sido un camino empedrado y bastante usado, no en vano nos encontramos con antiguas basas de agua hechas de piedra pero abandonadas, altos muros y antiguos prados de pasto ahora bastante dejados a su suerte. La suerte del pincho, claro. Y algun que otro avellano y boj animoso.

Llegados al primer punto de posible paso del barranco, Piedraferra, nuestros dos valientes hombres cruzan y se encuentran con una pista. Es facil pasar, dicen, volveremos por la pista, habra menos zarzas. Lo cual tampoco es muy dificil, la verdad. Pero nosotros seguimos adelante o mejor dicho, arriba. No tardamos en darnos cuenta que ahora si que hay que cruzar el barranco, alli a lo lejos, en la otra riba, se ve el mojon indicativo del camino. El mapa nos decia que teniamos dos opciones o cruzar y seguir el camino trazado o aventurarnos por ese lado mismo. No, por ese lado mismo imposible. Los del CAS (Club Atletico Sobrarbe) ya intentaron el año pasado subir y se dieron la vuelta, probablemente no observaron bien y no vieron los mojones al otro lado. Bueno, yo tampoco los veia. Yo solo veia el barranco y el chorro de agua que bajaba. Tampoco se veia muy claro el camino pero se veia mas pateado que en el lado que estabamos. O no, claro, porque yo ver ver no veia mas que hierba y alguna que otra piedra mal puesta.

Cruzamos el barranco con bastante buena fortuna y seguimos arriba por el otro lado, donde, si, ciertamente habia un camino mas o menos claro y alguna que otra marca de PR ademas de algun mojon bastante desafortunado. Nuestro esforzado guia va poniendo mojones y marcando bien el camino.

Piedras. Si algo hay que decir del camino es que empezaba a ser bastante pedregoso y poco claro para mi, la menos andarina del trio.

De repente una mala noticia: hay que volver a cruzar el barranco y esta vez no es tan “facil”. Nuestros dos aguerridos muchachos preparan el paso echando piedras para que no nos mojemos esos pies que finalmente si mojamos por un resbalon desafortunado cuando ya habia conseguido poner el pie en la piedra gorda.

No pasa nada, hace calor, nos secaremos rapido. Si si. Lo que nadie aviso era de la cantidad de pedregal que ibamos a pasar a partir de entonces. Pedregal poco o nada pateado y por tanto bastante virgen en eso de hacer camino o sendero. Vamos, que ibamos abriendolo nosotros.

Hay dos pasos complicadillos hasta llegar de nuevo a zona boscosa. Dos pasos donde, te guste o no, si quieres pasar has de echar las manos porque o eso o te das el tortazo. Mucha roca, mucha erosion y poco u nulo mantenimiento del camino hacen que haya dos brechas por donde hay que mas o menos echarle huevos en mi caso para pasar. Pase, si, pero la vuelta seria epica. En el mapa viene marcado, es una zona donde el nombre es bastante evocador: El Paset. Que razon tiene el mapa!

Mas pedregales y algo de bosque mas tarde conseguimos llegar arriba. Las lomas herbosas previas a la cubeta del ibon, cubiertas de hierba de alta montaña que hace montones resecos, pinchosos y blando, te dan la bienvenida. Es el tipico final de excursion para novatos, crees que ya has llegado pero no, has de caminar dando tumbos por encima de un terreno que parece una alfombra vieja a la que le ha crecido el pelo de forma estrambotica, hasta llegar al punto final. Tres lomas mas tarde el premio a tanto cansancio: un ibon esplendido con una cubeta de forma circular bien dibujada y lleno de agua nos recibe con toda su belleza.

Comemos alli nuestra secallona y pan frances de hace dos dias (porque-esta-bueno-aunque-han-pasado-dos-dias?) y unos trozos de naranja y damos unos buenos tragos de Red Bull y de agua de la surgencia del barranco. Recordad, no hagais caso de Bear Grill, coged el agua de las surgencias sino hay que hervirla, esta llena de gusarapos y otras faunas que pueden provocar unas buenas diarreas y haceros pasar una peor bajada de la que se prevee.

Casi cinco horas de subida, son las 14:30 PM cuando llegamos. Enfilamos para abajo a las 15:30 PM. No llegariamos al Camping de Bielsa hasta las 21:30 PM justo para dejarnos caer en los asientos del restaurante pedir unas cervezas bien frias y comernos un plato combinado de cordero con patatas y ensalada.

Ah, no os he contado la bajada? Bueno, quizas no haga falta. Haciendo honor a mi apodo de Rodolarie (rodador) acabe cayendo al suelo y torciendome el tobillo aunque sin mas consecuencias que el consabido susto. Consegui superar los tramos de El Paset con bastante fortuna, no me moje en los cruces del barranco pero si pase con mas pena que gloria todas las zonas de pedregal acojonada porque las piedras se movian. Vale, ellas no, era un problema de comunicación de fuerzas: donde habia que pisar con potencia y poner peso confiando en la suela de mis Basque yo me ponia nerviosa y me agachaba cambiando el centro de gravedad y haciendome perder el poco equilibrio de que dispongo.

Me resarci en la pista de bajada de impresionantes paredes de piedra junto a bosques frescos des de donde podiamos ver el camino al otro lado, con sus zarzas y sus lirones ocupando el espacio vacio dejado por los pocos excursionistas que deben atreverse a subir al ibon mas perdido y escondido que conocemos.

Al final, llegando al camping, vadeamos el barranco poniendo los pies a refrescar con gran placer.

El perro? Lleva dos dias durmiendo

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