viernes, 28 de noviembre de 2008

Una casa curiosa



En nuestras estancias en el Pirineo a veces no sabemos qué excursión hacer o donde meternos la tarde del sabado pues siempre acabamos durmiendo como lirones.

En pos de los ingredientes para una cena con amigos nos acercamos una tarde de estas hasta Bielsa. Antes de gastarnos lo dineros en el supermercado local decidimos hacer una breve visitilla a un pueblo al que o vamos directamente a comprar o pasamos de largo para acercanos a solazarnos la vista en el hermoso valle de Pineta. Algun dia hablaremos de Pineta. Pero ahora nos hemos quedado en nuestro paseo por el pueblo de Bielsa.

Hacía un día soleado pero frío, que ya auguraba la bajada de temperatura que estamos viviendo esta semana, y descubrimos esta pequeña y curiosa casita en una esquina, cerca del embarcadero del rio, del Cinca.



Estamos hablando de los frios dias de primeros de Noviembre, antes de la primera nevada que cayó en el Sobrarbe, hacia el 4 de Noviembre.

Con los gorros calados hasta las orejas y manoplas en las manos dimos una vuelta por el pueblo antes de comprar en el supermercado y nos encontramos con esta curiosidad.





Cementerios

A veces no nos damos cuenta de lo que tenemos alrededor, pensamos que solo hay sitios fantasmagóricos en los libros y que los cementerios son remansos de paz donde nuestros abuelos y los abuelos de los demás descansan en paz.

Y esto es asi en la mayoria de las ocasiones.

En nuestro caminar por esta vida hemos estado en muchos cementerios de los cuales guardamos sino grato si agradable recuerdo. Hablamos de lugares como el de Sant Gervasi, por encima de las Rondas, con sus mausoleos. O el de Montjuich con sus calles y sus imponentes figuras. O el de Les Corts donde descansan nuestros abuelos y aquellos que no siendo aun abuelos fueron en pos del descanso eterno. Los tres de la ciudad de Barcelona.


Y en nuestros paseos por muchos lugares tenemos en nuestra memoria cementerios que han dejado mella en nosotros. Recordamos el cementerio de Salzburg, con tumbas excavadas en la pared. También tenemos un bonito recuerdo del cementerio de Cotlliure con la tumba de Miguel Hernandez mirando al mar.

Todo muy tranquilo. Romantico acaso. Incluso, diria yo, digno de un soneto.

Pero ¿qué ocurre cuando en un frio y gris dia de lluvia te acercas o más bien te tropiezas con el viejo cementerio del pueblo que andas visitando?

Pues que la vision del lugar da yuyu y te vienen a la memoria cientos de imagenes a cual más atemorizante en las que los cementerios son cualquier cosa menos lugares de paz y descanso. Cthulu, sin ir más lejos, hay cementerios dignos de Cthulu. O a poco que nos esforzemos de un relato de Becquer.



Aun en esos cementerios donde el yuyu provoca un escalofrio en la espalda hay personas que siguen recordando a sus abuelos y que para la festividad de Todos los Santos acuden al camposanto a poner flores y limpiar las tumbas. Otros no son tan afortunados o quizás ya eran los últimos de una familia del pueblo y sus tumbas aparecen rotas y medio hundidas.



Desde aqui honramos a todos nuestros antepasados y ya que aún se entierran mayoritariamente honremos su memoria no dando sustos innecesarios al visitante incauto e inocente. Cuidemos de los cementerios y demos un buen recuerdo de una visita no siempre deseada.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Turo d´en Vives

Una excursión al Turó d´en Vives o como pasar una mañana de domingo en el Montnegre

El pasado domingo dia 9 de Noviembre fuimos de excursión al monte, a ver los colores del otoño, recoger alguna castaña y ver si encontrabamos alguna seta amén de coronar una nueva cima.

En Cardedeu, pueblo vecino al nuestro y lugar de nuestras relaciones sociales, hay un grupo de aguerridos excursionistas que una vez al mes, poco más o menos, salen a realizar la ascensión a un "Sostre Comarcal", vaya, a la cima más alta de la comarca. Que comarca? Pues la que nos apetezca, Catalunya tiene un montón de ellas. Es el cecd10, o mejor y más claramente dicho, Centre Excursionista de Cardedeu.

Ya tenemos en nuestro currículum un puñado de estas cimas, unas más humildes que otras. Algunas poco más que un resalto en el terreno como el recordado Turo d´en Galutxo, orgullosa cima de 40 ms que costó lo suyo coronar a causa de una persistente niebla, propia del lugar, y cierta mania de estas humildes cimas de estar bastante tomadas por el bosque bajo cuando no directamente invadidas por zarzales y otras malas hierbas generalmente puntiagudas y llenas de pinchos.

Este domimgo en concreto fue el dia dedicado a la cima de la Comarca del Maresme, el Turó d´en Vives. Bonita cima, de las humildes, a la que llegamos tras un paseo agradable por las variadas e intrincadas pistas que recorren el Parc Natural del Montnegre.

Partimos nuestra caminata de la ermita de Sant Marti del Montnegre y fuimos dando una larga vuelta hasta el citado Turó donde, por primera vez en todas estas salidas, no tuvimos ninguna duda de su posición. Y, contrariamente a lo previsto, no hizo falta echar mano de las podadoras para encaramarnos a ella.



Luego volvimos al punto de salida dando un rodeo, de unas dos horas, durante las cuales tuvimos una incidencia con el tobillo de uno de nuestros compañeros y pudimos observar a la sección de escalada demostrando que, con voluntad, las palabras de un libro pueden hacerse realidad. Nuestra guia en estas excursiones nos decía sin dudar que desde la torre de vigia antiincendios de la siguiente cima, ya fuera del Maresme, se podia ver una estupenda vista de la costa a un lado y del Pirineo al otro. Nada de eso era del todo cierto, a pesar del intento de demostrar que si, por dos ineludibles razones.

La primera, que el acceso a la torre estaba vetado al común de los excursionistas, no así a los que poseen tendencias escaladoras, ya que ésta estaba encerrada entre rejas y cerrada con llave.

Y la segunda, que una vez arriba nuestro escalador nos avisó que, caso de no estar el dia brumoso como era ese, el lado de costa era bastante dificil de vislumbrar y el del Pirineo... pues que era bastante optimista decir que se podía avistar bien, dada la evidente lejanía. Eso sí, gracias a las recientes nevadas se podia ver una franja blanca en el horizonte.

Pudimos, durante el camino de vuelta ya al punto de partida, vivir una experiencia más propia de una jornada de caceria inglesa que una simple excursion por el Maresme. De repente, mientras admirabamos aún los muros de una espectacular casa en medio del bosque, se oyó el sonido de un instrumento parecido a una trompeta.Y vimos unos perros de caza sueltos por el camino para solaz del nuestro que vio la oportunidad de juegos y jolgorio. Y de nuevo aquel sonido de la trompeta que el cazador hacia sonar para, con poco éxito, reunir a su grupo de perros. Los perros estaban más interesados en husmear el camino, con su cabecilla al frente, dotado de una especie de cascabel al cuello, que en volver al lado del cada vez mas desesperado cazador, a tenor de la insistencia con la que hacia sonar su trompeta de caza.

Una vez situados cerca de los coches y tras la obligada visita a la ermita de Sant Marti de Montnegre pudimos recoger nuestra primera cosecha de llanegues, siempre aconsejados por una de nuestras compañeras, Gloria, conocedora de este tipo de seta.

Al dia siguiente todos los habitantes de nuestra casa, a excepción de la gata que no vino, teníamos una sobrecarga muscular en los gemelos cosa que nos ha hecho decidir que entre excursión y excursión no podemos dejar pasar tanto tiempo.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Castañas

En otoño hay un frutos que no encuentras el resto de temporadas del año, como otras épocas cada tiempo nos da sus frutos y el otoño no va a ser menos.

Castañas, un fruto redondito, dificultosa de pelar en crudo la piel y bastante dulces de sabor.

Con ellas este fin de semana hemos disfrutado de una merienda y una comida.

El sabado, festividad de Todos los Santos, nos preparamos una pequeña merienda familiar a base de castañas basicamente.




Para esta fiesta es costumbre en Catalunya, comer un dulce especial: los panellets, hechos a base de patata y, sobretodo, almendra picada como harina. Se pueden hacer de muchas cosas, de almendras, con membrillo, de cafe, de coco y, el más popular y más bueno de comer con diferencia, de piñones. Lo normal es que se hagan en casa, la tarde anterior, que coincide con fiestas de tanto arraigo como Halloween o Samhain, que parten del mismo tipo de celebración pero han acabado siendo bien diferentes, para comer por la noche. Esta redacción ha de confesar que de su petición de hacer los panellets en casa nunca más se supo así que la tarde-noche del viernes no se consumieron. Al dia siguiente comimos un puñadito de ellos comprados en el Area de Guisssona. Sinceramente si teneis que comprarlos acercaros a una buena pastelería, no tienen parangon y vale la pena pagar lo que te cobran, después de todo es una vez al año.

Nuestra merienda fue de castañas asadas con la típica sarten de saltear castañas -es una sarten con unos agujeros en el fondo que permiten que la llama toque directamente la castaña- para suplir la barbacoa o el hogar de fuego de mal tener en nuestras cocinas modernas. Debian ser muy buenas esas castañas asadas directamente al fuego... pero nos tenemos que adaptar a los tiempos en los que vivimos y si son lluviosos y te impiden encender la barbacoa, más. Se les hace un corte profundo en medio y se ponen al fuego en la sarten. Una vez estan ennegrecidas las envolvemos con papel de periodico para que guarden el calor y se hagan un poco más.

Para beber una garnatxa del L´Empordà, que es un vino dulce pero sin ser tan empalagoso como es el vino Moscatell. Lo hemos comprado esta mañana en nuestra habitual bodega, el Tastavins de Cardedeu.

Y el puñadito de panellets comprados. Eran aceptables los de piñones, que tocaron a uno y medio por cabeza ya que había 6 y eramos 4. Añadimos, por si alguien de nosotros renegaba de los panellets con exceso de azucar, un mini panettonne.

Como teniamos un buen montón de castañas aprovechamos y las asamos todas.

Las que sobraron pensamos en hacer una comida típica de este tiempo y que, con la lluvia y el fresquito ha sentado de maravilla.

CREMA DE CASTAÑAS

Un montoncito de castañas
Patata
Sal
Mantequilla

Nuestro montoncito de castañas ha sido el sobrante de la merendola del sabado, ya asadas, sino tendreis que escaldarlas que en crudo no hay quien las pele.

Una vez peladas las ponemos a hervir con patatas en agua con sal. En nuestro caso las patatas eran los trozos sobrantes de hacer cuadraditos de patatas para el acompañamiento del rabo de ayer.

Los haceis hervir hasta que esta todo blandito y luego pasais todo por el Minipimer para hacer una crema. Para darle cremosidad podriamos haber añadido algo de leche o crema de leche pero en nuestro caso como ya estaba bastante liquida hemos añadido un cuadradito de mantequilla al pasar por el Minipimer.



Ha sentado de maravilla comersela este mediodia mientras fuera llovía a càntaros.

Fin de semana gastronomico

Este fin de semana, como el tiempo preveía lluvia para los dos dias, apartamos el plan inicial de la poda y pensamos en hacer algo un poco más seco, vamos, a cubierto.

Nos dijimos "comida" y decidimos hacer algo rico rico para comer: Rabo de buey a las 5 horas.

Ni fue de buey, ni fueron 5 horas pero salió un gran plato.


RABO DE BUEY

Ingredientes:

Un rabo de buey, en nuestro caso fue de ternera.
2 cebollas
3 zanahorias
4 ramas de apio pequeñas
3 dientes de ajo
1,5 l de vino tinto
romero
tomillo
sal y pimienta




Libro: Guias Gastronómicas de Cataluña. Comarca Barcelonés.
Autor de la receta: Víctor Quintillà. Restaurante Lluerna.

Como no se sabía si el tiempo nos daría un respiro el sabado decidimos cocinar la carne el dia anterior, que, para no perder la costumbre de toda la semana, llovia.

El rabo lo compramos en la carnicería "Modesto" en el pueblo de Escalona, en el Sobrarbe, que tienen carne de primera calidad de sus propios mataderos y criada en los pastos de la zona. Si vais por ahi no dudeis en parar y comprar alguna pieza, no os arrepentireis, en casa la carne que comemos (cordero y ternera) es de allí.

Primeramente doramos las piezas de rabo -mejor si el carnicero os la corta en piezas grandes porque al final lo vamos a servir deshuesado- enharinadas. Reservamos los trozos y en el mismo aceite ponemos a dorar las cebollas cortadas en juliana, la zanahoria y el apio a rodajas y los ajos cortados por la mitad. Cuando empiezan a tomar color salpimentamos y añadimos el romero y el tomillo en polvo. Esto ultimo es opcional, hay que decir que este año se ha decidido sacar provecho del jardin y hemos recogido romero, tomillo y otras hierbas que se usan en cocina. Luego con un molinillo de cafe electrico antiguo lo molimos en poca cantidad para que no pierda el aroma. Ha sido una gran idea.

Le damos un par de vueltas más al sofrito y añadimos los trozos de rabo. Lo mezclamos y añadimos el vino. Cerramos la olla exprés y lo dejamos, a partir que empieza a silbar la olla, unos 50 a 60 minutos.

Cuando ha pasado el tiempo paramos la olla y en su momento la abrimos. Sacamos su contenido que huele de maravilla, y separamos la carne de las verduras. Luego deshuesamos el rabo. Una vez hecho esto enrollamos la carne con papel film -el de plastico que todos tenemos en la cocina- y lo dejamos enfriar la nevera. El líquido de cocción lo reservamos también en la nevera en un pequeño bol o tupper. Pero solo el liquido, hay que separar las verduras ya que se precisa una salsa que quede brillante y casi transparente. Con las verduras nosotros las hemos pasado por le minipimer añadiendo algo de agua y hemos preparado una salsa para pasta, tipo spaguettis, para comer entre semana.



Lo importane de ponerlo en la nevera es que cuando vas a servir el plato es mas facil de manipular ya que al ser una carne gelatinosa coge consistencia en frio y la salsa al estar enfriada nos permitira desgrasarla sin problemas.

En nuestro caso el plato se acabo de preparar al dia siguiente, que obviamente, y según lo previsto, llovió. Sacamos el rollito de carne y lo desenvolvemos. Hacemos 4 partes -eramos 4 a comer- que quedan con una pinta estupenda y los reservamos.

PATATAS A LO POBRE

Mientras, para acompañar, preparamos unas patatas al horno para lo cual precisamos:

Unas patatas de forma cuadrada
Grasa de pato
Un chorrito de cerveza
agua
sal ahumada y pimienta



Ponemos las patatas, nosotros hicimos 3 por persona, en una bandeja para el horno. Le ponemos un poquito de grasa de pato encima, sal pimentamos, ponemos hasta la mitad de la patata la mezcla de cerveza y agua y las horneamos hasta que esten en su punto a unos 150º.

Señalar que en nuestro caso usamos una grasa de pato que nos reservamos de un día que en el mercado vimos una delicatessen: mollejas de pato confitadas. Si las podeis encontrar y sois, como nuestra cocinera jefe, unos amantes del pato en todas sus preparaciones, no os las perdais, sencillamente deliciosas. En ensalada, cortadas finas, con varios tipos de ensalada y hojas de espinaca hacen una cena ligera y nutritiva.

Y usamos cerveza porque no teniamos vino blanco y porque era lo que habia en la copa en ese momento, una cerveza bien fresquita, la mejor compañia del cocinero.

Como nos pareció que iba a haber poca comida decidimos hacer un primer plato.

RISSOTTO DE SETAS

Como a todos en casa nos gusta el arroz y las setas hicimos este rissotto que es facilisimo de hacer y da siempre buen resultado. Para esto precisamos:

Arroz
1/4 de cebolla
Setas
Un cubito de caldo
Pimienta
Queso parmesano



Cortamos pequeña la cebolla y la sofreimos en un poco de aceite. Cuando empeiza a tomar color añadimos las setas y las salteamos.

En nuestro caso usamos dos tipos de setas:
Tricholoma Terrum: Negrillas (Cast.) o Fredolics (Cat.)
Hydnum Repandum: Lengua de vaca (Cast.) o Llengua de bou (Cat.)
Pero se puede usar cualquier tipo de seta del tipo Girgola o Seta de Cardo, que venden en bandejitas en el super. El rissotto más conocido se hace con Boletus Edulis, llamados también ceps. No useis del tipo rovellons, demasiado fuertes de gusto.

Cuando todo este bien mezclado nosotros hemos añadido el cubito de caldo picadito, en lugar de sal, y el arroz. Le damos un par de vueltas y añadimos primero un vaso de vino blanco, aunque se puede hacer con un chorrin de cerveza como nosotros, y luego agua. El agua hay que irla añadiendo porque este arroz tiene que quedar caldoso y cremoso. Para conseguir la cremosidad se añade un poco de mantequilla unos minutos antes de que acabe la cocción, nosotros hemos añadido un poco de nuestra estimada grasa de pato. Luego espolvoreamos con generosidad queso parmesano rayado. Si es rayado al momento ha de quedar excelente pero el de sobre tambien va bien, pero que sea parmesano que combina con el sabor de las setas.

Para comer pues, el sabado nuestros cocineros nos ofrecieron:

De primero rissotto de setas




De segundo rabo de ternera con patatas a lo pobre.




Como emplatamos el rabo? Teniamos reservados los trozos de rabo, los calentamos en el microondas para que tomen un poco de temperatura, salseamos con el liquido de cocción (una vez desgrasado) y acompañamos con las patatas.

Sinceramente, un exito asegurado... buenisimo todo, nuestro crítico particular se relamía con el arroz sin saber aún de lo exquisito del rabo de ternera.