lunes, 19 de octubre de 2009

UNA QUICHE DIFERENTE

Hay dias en que la naturaleza te sorprende y en uno de ellos nos dimos de bruces con una zona repleta de Camagrocs - Cantharellus Lutescens asi que recogimos un buen monton nosotros y nuestros amigos excursionistas.

A cualquiera que luego vea la cantidad de setas a limpiar se le cae el alma a los pies pero hay que pensar en esos guisos que en invierno tanto se agradeceran y que nos permitiran disfrutar recordando el dia que los recogimos. Pero claro, vas a preparar la cena y las setas estan sobre la mesa y nuestro amigo con pocas ganas de limpiar...

"Cenemos cenemos" dice viendose liberado de la pesada tarea que tiene por delante.

Y como estan alli y la cebolla empieza a tomar color en la sarten cogemos un grupito de Camagrocs despistados y los echamos con el bacon. Asi nacio la quiche de esa noche.

Ingredientes:

Masa brisa, que la venden en cualquier supermercado, la nuestra de marca blanca
3 huevos
media cebolla
un paquete de jamon dulce - york
un paquetito de bacon
crema de leche
queso rallado, si es del bueno mejor
un montoncito de Camagrocs, aunque seguro que servirian champiñones normalitos

En una sarten con un pelin de aceite, o mantequilla por aquello de que es una receta francesa, pochamos la cebolla bien picadita. Cuando ya la tenemos blandita echamos el bacon y las setas y lo rehogamos todo junto unos minutos hasta que se amalgame. Lo retiramos de fuego y le añadimos el jamon cortadito y el huevo batido con la crema de leche. Hay (nosotros) quien gusta de ponerle queso tambien al relleno.

En este momento estaría bien que ya tuvierais la masa preparada que quiere decir que en un molde para quiche -son unos moldes redondos bajitos ideal si son de silicona- habremos puesto la masa. Se extiende bien y se pincha con un tenedor. La ponemos al horno precalentado a 180 º para que se empieze a cocinar, unos 15-20 minutos vosotros mismos ha de estar doradita.

Una vez tenemos la masa precocida le añadimos el relleno. Y cuando està todo preparado echamos el queso por encima y lo ponemos al horno.

Ha de cuajar el huevo y eso lleva unos 20 minutillos y luego se gratina para que quede con un bonito color por encima.

Fue un éxito.

Mientras se cocía la quiche conseguimos limpiar el resto de setas de nuestro amigo, listas para congelar.

SETAS

El pasado fin de semana cogimos nuestros bartulos y aprovechando la festividad del Pilar nos fuimos de nuevo a Plan, a por alguna seta. Como somos avezados buscadores decidimos que nuestra mejor opción era ir a por aquellas setas que nos gustan y que sabemos donde estan.

El sabado por la mañana el pueblo de Plan, y el valle entero, era un hervidero de "boletaires" a la busqueda de la seta ... bueno, a esa hora hacían cola ante la panaderia que hasta entrada las 9 de la mañana no iba a abrir. Ante la perspectiva de hacer tanta cola recogimos un pedazo de pan de casa y nos alejamos a otra parte. Alli, dispuestos a darnos un paseo y ver si encontrabamos alguna seta perdida nos econtramos con un ambiente más tranquilo, algun grupillo de excursionistas, un "boletarie" de Bielsa algo gruñón, algun que otro barranquista despistado y vacas. Lo normal en un valle como Barrosa. Lastima del frio que nos hizo volver a comer a casa, algo calentito, que tal un caldo y sus carnes y verduras? Pues cargados con unas pocas Lepista Nuda también conocidas como Carlet Morat, un par de Boletus - Ceps pequeñitos y un puñado de Llengües de Bou (Lengua de Vaca - Hydnum Albidum) nos fuimos a nuestro valle.

Con el estomago lleno de buen caldo y algo más calentitos, por la tarde fuimos con un amigo a recoger nuestra ración anual de Llengües de Bou al lugar habitual. Luego fuimos dando un paseo por pistas y bosques y nos emplazamos para, en alguna otra ocasión, dar una vuelta por la pista de Badaín y seguirla hasta donde nos lleve. No sería esa tarde pues el sol empezaba a caer y teniamos un buen montoncito de setas para limpiar y congelar.

Al día siguiente nos decidimos por un paseo, una caminadita sin más pretensión que la de sacar las botas y la ropa de invierno a airear preparandola ya para los meses venideros. Àvidos de sacar fotos y mirar con los prismàticos nos encaminamos por el Camino del Canal del Cinca que permite seguir desde una buena altura el recorrido del río hasta Tella.

Este resulta un hermoso paseo por bosques frescos y húmedos que en verano se agradece para huir de las altas temperaturas que, sorprendentemente para mucha gente, hay en los valles pirenaicos. Algun tramo que otro està bastante soleado pero en general la parte que llega hasta la altura de Salinas transcurre por bosque y antiguos prados ahora convertidos en incipientes bosques de boj y pino. El camino es una buena ocasión para admirar el esfuerzo de aquellas gente por que la electricidad llegara a todas partes ya que, gracias al trabajo de mucha gente anónima, el canal que llevaba y lleva el agua del Cinca hasta los saltos de La Fortunada es una realidad. En algunos rincones se puede seguir el trazado e, incluso, hay trozos de un antiguo trazado y se pueden ver los altos muros y el interior de lo que había sido el canal. Este sigue siempre por encima de nuestras cabezas desde que lo abandonamos en el Mirador de Bielsa. Mirador que pronto ya no lo serà pues los pinos se están adueñando de lo que antaño fueron campos y de Bielsa ya se ve poco más que la torre de la iglesia.

Hay que tener cuidado y no ir demasiado despistados cuando se llega a la altura del puente antes de la bajada de Salinas pues es zona de aluvión de piedras y en el lado sur se ha caido el camino, hay un paso de cadena bastante expuesto.