Hay lagos, laguitos y rincones perdidos
donde ni Dios pone los pies de lejos que estan de cualquier sitio
medianamente habitado. El Ibon del Cau es uno de esos.
El año pasado por estas epocas a
alguien se le ocurrio que seria buena idea ir visitando los ibones
que nos quedan cerca de casa, en Plan. Bueno, vale.
Visitamos el de Salcorz, justo en la
frontera con el Valle de Moudang. Bonito ibon bastante colmatado
donde pudimos fotografiar larvas de libelula en varios estadios de
madurez y des del que pudimos subir a asomarnos a paso de Salcorz, valga la redundancia.
Otro dia, en compañía de mas aguerridos excursionistas,
visitamos los lagos de Barleto, cerquita de la Cruz de Guardia.
Caminando por alli, viendo las vistas de Bielsa y del Cinca bajando
al lado de la carretera nos asomamos a ver que habia debajo. “Oh,
mira, un ibon”. “Ah es el del Cau” dijo alguien. “Hay dos
tipos pescando” “por donde habran bajado” “Hay un camino que
sale de Bielsa” Y alguien añadio … “pues que habra que
investigar, parece un lugar chulo y tranquilo”
Si si, tranquilo un rato. Pero nadie
nos dijo que esos dos tipos pescando quizas habian descendido por la
ladera que baja des de la brecha de Punta Suelza. Un pedregal inmundo
de lera bastante fina pero a 20 minutillos de descenso bastante
rapido. Subir ya debe ser otra cosa, claro.
Pero no, habia un camino que salia des
de Bielsa mismo.
Y ese es el que decidimos hacer este
domingo.
Plan, 8:30 AM. De nuevo en la Cuatro el programa Top Gear nos distrae y nos aleja de nuestra hora oficial de salida. O no.
Bielsa, 9:00 AM, sobre el tiempo
previsto aparcamos el coche cerca del puente que cruza al pueblo de
Bielsa sobre el Cinca y enfilamos por un sendero señalizado el
camino al Ibon del Cau. Hay cartel, hay camino, hay … muchas
zarzas. Varios arañazos mas tarde ya sabemos que ese es un camino
poco transitado.
Ganamos altura de forma rapida y
empezamos a sudar, nos quitamos los gores que hasta ese momento nos
estaban resguardando eficientemente si bien no del frio, que no
hacia, si de los zarzales. Ahora somos pasto facil de zarzas, rosal
silvestre, lirone en pleno crecimiento de puas sin igual y otros
familiares del consabido y estimado pincho del bosque mediterraneo
descontrolado.
En tiempos ese habia sido un camino
empedrado y bastante usado, no en vano nos encontramos con antiguas
basas de agua hechas de piedra pero abandonadas, altos muros y
antiguos prados de pasto ahora bastante dejados a su suerte. La
suerte del pincho, claro. Y algun que otro avellano y boj animoso.
Llegados al primer punto de posible
paso del barranco, Piedraferra, nuestros dos valientes hombres cruzan
y se encuentran con una pista. Es facil pasar, dicen, volveremos por
la pista, habra menos zarzas. Lo cual tampoco es muy dificil, la
verdad. Pero nosotros seguimos adelante o mejor dicho, arriba. No
tardamos en darnos cuenta que ahora si que hay que cruzar el
barranco, alli a lo lejos, en la otra riba, se ve el mojon indicativo
del camino. El mapa nos decia que teniamos dos opciones o cruzar y
seguir el camino trazado o aventurarnos por ese lado mismo. No, por
ese lado mismo imposible. Los del CAS (Club Atletico Sobrarbe) ya
intentaron el año pasado subir y se dieron la vuelta, probablemente
no observaron bien y no vieron los mojones al otro lado. Bueno, yo
tampoco los veia. Yo solo veia el barranco y el chorro de agua que
bajaba. Tampoco se veia muy claro el camino pero se veia mas pateado
que en el lado que estabamos. O no, claro, porque yo ver ver no veia
mas que hierba y alguna que otra piedra mal puesta.
Cruzamos el barranco con bastante buena
fortuna y seguimos arriba por el otro lado, donde, si, ciertamente
habia un camino mas o menos claro y alguna que otra marca de PR
ademas de algun mojon bastante desafortunado. Nuestro esforzado guia
va poniendo mojones y marcando bien el camino.
Piedras. Si algo hay que decir del
camino es que empezaba a ser bastante pedregoso y poco claro para mi,
la menos andarina del trio.
De repente una mala noticia: hay que
volver a cruzar el barranco y esta vez no es tan “facil”.
Nuestros dos aguerridos muchachos preparan el paso echando piedras
para que no nos mojemos esos pies que finalmente si mojamos por un
resbalon desafortunado cuando ya habia conseguido poner el pie en la
piedra gorda.
No pasa nada, hace calor, nos secaremos
rapido. Si si. Lo que nadie aviso era de la cantidad de pedregal que
ibamos a pasar a partir de entonces. Pedregal poco o nada pateado y
por tanto bastante virgen en eso de hacer camino o sendero. Vamos,
que ibamos abriendolo nosotros.
Hay dos pasos complicadillos hasta
llegar de nuevo a zona boscosa. Dos pasos donde, te guste o no, si
quieres pasar has de echar las manos porque o eso o te das el
tortazo. Mucha roca, mucha erosion y poco u nulo mantenimiento del
camino hacen que haya dos brechas por donde hay que mas o menos
echarle huevos en mi caso para pasar. Pase, si, pero la vuelta seria
epica. En el mapa viene marcado, es una zona donde el nombre es
bastante evocador: El Paset. Que razon tiene el mapa!
Mas pedregales y algo de bosque mas
tarde conseguimos llegar arriba. Las lomas herbosas previas a la
cubeta del ibon, cubiertas de hierba de alta montaña que hace
montones resecos, pinchosos y blando, te dan la bienvenida. Es el
tipico final de excursion para novatos, crees que ya has llegado pero
no, has de caminar dando tumbos por encima de un terreno que parece
una alfombra vieja a la que le ha crecido el pelo de forma
estrambotica, hasta llegar al punto final. Tres lomas mas tarde el
premio a tanto cansancio: un ibon esplendido con una cubeta de forma
circular bien dibujada y lleno de agua nos recibe con toda su
belleza.
Comemos alli nuestra secallona y pan
frances de hace dos dias
(porque-esta-bueno-aunque-han-pasado-dos-dias?) y unos trozos de
naranja y damos unos buenos tragos de Red Bull y de agua de la
surgencia del barranco. Recordad, no hagais caso de Bear Grill, coged
el agua de las surgencias sino hay que hervirla, esta llena de gusarapos y
otras faunas que pueden provocar unas buenas diarreas y haceros pasar
una peor bajada de la que se prevee.
Casi cinco horas de subida, son las
14:30 PM cuando llegamos. Enfilamos para abajo a las 15:30 PM. No
llegariamos al Camping de Bielsa hasta las 21:30 PM justo para
dejarnos caer en los asientos del restaurante pedir unas cervezas
bien frias y comernos un plato combinado de cordero con patatas y
ensalada.
Ah, no os he contado la bajada? Bueno,
quizas no haga falta. Haciendo honor a mi apodo de Rodolarie
(rodador) acabe cayendo al suelo y torciendome el tobillo aunque sin
mas consecuencias que el consabido susto. Consegui superar los tramos
de El Paset con bastante fortuna, no me moje en los cruces del
barranco pero si pase con mas pena que gloria todas las zonas de
pedregal acojonada porque las piedras se movian. Vale, ellas no, era
un problema de comunicación de fuerzas: donde habia que pisar con
potencia y poner peso confiando en la suela de mis Basque yo me ponia
nerviosa y me agachaba cambiando el centro de gravedad y haciendome
perder el poco equilibrio de que dispongo.
Me resarci en la pista de bajada de
impresionantes paredes de piedra junto a bosques frescos des de donde
podiamos ver el camino al otro lado, con sus zarzas y sus lirones
ocupando el espacio vacio dejado por los pocos excursionistas que
deben atreverse a subir al ibon mas perdido y escondido que
conocemos.
Al final, llegando al camping, vadeamos
el barranco poniendo los pies a refrescar con gran placer.
El perro? Lleva dos dias durmiendo